martes, 27 de junio de 2017

Mi experiencia escolar


La vida durante la escuela, abarca dos periodos muy distintos entre sí, la educación básica y la educación media. Durante básica, conocí 6 escuelas diferentes, pues nuestros asuntos familiares implicaron cambiarse de domicilio en reiteradas ocasiones. Al principio, me parecía triste no poder generar vínculos, o no alcanzar a conocer las dinámicas de un curso para terminar mimetizándome y compartir el “nosotros”. Pero ciertamente, con el balance del presente, y teniendo una mirada global, me gustó haber vivido esta experiencia, porque aprendí a trabajar el miedo al cambio, le perdí el miedo a enfrentarme a personas, nuevos espacios, contextos, códigos culturales y profesores diferentes. Considero de todas formas, que es mucho más positivo para la seguridad de un niño, no cambiarse tantas veces de escuela, pues de esta forma puede trabajar relaciones interpersonales con otros niños y niñas de manera permanente y con un mismo grupo.

La etapa que con más detalles recuerdo, es sin lugar a dudas la de educación media. En principio porque pude echar más raíces al quedarme los cuatro años allí, puesto que tenía 13 años y tomaba  micro para llegar, así que no importaba si me cambiaba de casa. Me gustó haber sido elegida presidenta del Centro de Estudiantes en tercero y cuarto medio, cargo en el que desempeñé diferentes funciones y donde junto a mis compañeras levantamos proyectos de mejora para la comunidad y convivencia. Trabajamos lecciones de liderazgo, empatía, hablar en el espacio público, entre otras muchas habilidades.

            La escuela en general, tiene cosas desagradables y la que menos me gusta de la escuela como institución, fueron las formas arcaicas de concebir el aprendizaje, es decir, el conductismo.  El que nos hicieran competir por una nota, que hiciéramos pruebas evaluativas, actividades tradicionales que rara vez estuvieron relacionadas con nuestro contexto.

            En términos personales, creo que mi aprendizaje y mi interés por él, está hoy relacionado con la curiosidad que siento ante el conocimiento y los saberes nuevos. Sin embargo durante la etapa escolar, el aprendizaje fue facilitado y motivado por los profesores y profesoras que enseñan con auténtica emocionalidad, mayor humanidad,  amor hacia el proceso de enseñanza - aprendizaje y preocupación por el desarrollo de sus estudiantes.

           La escuela sin embargo, también produce barreras para el aprendizaje de niños y niñas, para mí la más importante de ellas, tiene que ver con el proceso de homogenización que se busca generar desde la escuela hacia los niños y niñas. Con proceso de homogenización, me refiero por ejemplo a que se busca reforzar ciertas conductas a todos quienes pasan por la escuela, se nos entrena para llegar temprano, para usar uniforme, para dar pruebas en silencio, para ir a recreo cuando suena una campana, para cantar el himno nacional,  entre otras. La escuela no nos concibe como seres humanos diferentes, ni se busca la educación integral de nosotros.

            Una segunda barrera, es que por lo general solamente hay un método de enseñanza, olvidando que algunos estudiantes aprenden de manera auditiva, otros visual, y otros kinésica, esta barrera está relacionada con la anterior,  y refuerza la idea de que no se busca potenciar la heterogeneidad en la escuela.  


Creado por Francisca Cabrales

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