martes, 2 de mayo de 2017

Ficha bibliográfica: Piaget, J. (2001). Psicología y pedagogía. Capítulo II: Los Progresos de la Psicología del Niño y del Adolescente.

Referencia
(formato APA)
Piaget, J. (2001). Psicología y pedagogía. Capítulo II: Los Progresos de la Psicología del Niño y del Adolescente. Editorial Crítica: Barcelona.
Síntesis y principales conclusiones:






El problema central de los métodos de enseñanza, comienza a plantearse en 1935. Estos métodos responden a la idea de enseñanza por medio de transmisión de conocimientos de acuerdo a contenidos inventados y/o elaborados por el adulto; y, a la enseñanza cuyo modo de verdad están ligados a la investigación y descubrimientos de cada persona por medio de una autonomía que le permite llegar a ella. Es por ello que la psicología infantil es capaz de responder a este problema de acuerdo a tres puntos: la naturaleza de la inteligencia o del conocimiento; el papel de la experiencia en la formación de las nociones; y, el mecanismo de las transmisiones sociales o lingüísticas del adulto al niño.
De acuerdo a la naturaleza de la inteligencia, el autor plantea que sus funciones consisten en construir estructuras, estructurando lo real (comprender e inventar). Sin embargo, las teorías más antiguas de la inteligencia estaban enfocadas sobre la comprensión y consideraban la invención como el descubrimiento de realidades existentes.
Este problema en torno a la inteligencia, el autor señala que está ligado también a la naturaleza de los conocimientos. Por su parte, los conocimientos derivan de la acción misma, no de una respuesta asociativa. En este punto, es importante destacar la asimilación que debe existir de lo real a las coordinaciones necesarias y generales de esta acción. Es por este motivo que el autor señala que la inteligencia es una “asimilación de lo dado a estructuras de transformaciones, de estructuras de acciones elementales a estructuras de operaciones superiores, y que estas estructuras consisten en organizar lo real, en acto o pensamiento y no simplemente en copiarlo.” (p. 16). Esto quiere decir que la inteligencia va más allá de una simple copia reiterada por una información que se está transmitiendo.
En el primer periodo del desarrollo, se comienza entonces con las operaciones intelectuales por medio de la inteligencia sensomotora que vive en el infante. Así mismo, el segundo periodo comienza desde los 2 años hasta los 7 u 8; y, se caracteriza, por la formación de la función simbólica y semiótica que permite representar objetos o acontecimientos que no sean perceptibles actualmente, mas logra evocarlos por medio de símbolos y signos diferenciados.
La progresión del nivel operacional del niño continúa en un tercer periodo, desde los 7-8 años. En esta etapa, el niño es capaz de solucionar problemas por medio de la interiorización, coordinación y descentralización creciente que le conduce a un equilibrio necesario para la reversibilidad operatoria. Esta reversibilidad operatoria, tiene que ver con las inversiones y reciprocidades. No obstante, pese al progreso que va existiendo, en este nivel, el niño sigue viéndose limitado, ya que solo es capa de referirse a objetos.
El cuarto periodo, comienza desde los 11-12 años. En este periodo, surgen las hipótesis. Este nuevo modo de razonamiento, permite al niño referirse a objetos y realidades que no necesariamente puedan ser representables. En este nivel, comienzan a surgir operaciones proposicionales (implicaciones, disyunciones, incompatibilidades, conjunciones, etc). El niño es capaz de ir combinando todas las operaciones que le constituyeron en años anteriores.
El desarrollo espontáneo de la inteligencia que pasa de las acciones sensomotoras elementales a las operaciones concretas y, finalmente, formales, es caracterizado por una constitución progresiva de sistemas de transformaciones. Es por esto que el desarrollo de la inteligencia, implica procesos naturales o espontáneos que pueden ser utilizados y/o acelerados por parte de la educación escolar y también de la educación familiar. Sin embargo, el desarrollo no deriva de estas, sino que constituyen la condición previa y necesaria que toda enseñanza tiene.
De acuerdo a lo anterior, el autor señala la laguna que existe sobre los métodos de enseñanza que rechazan la formación de los alumnos por medio de la experiencia, ya que la escuela tiende a ignorar el desarrollo de aptitudes que se obtienen por medio de la experiencia física en cuanto a obrar sobre los objetos y ser capaz de descubrir sus propiedades por medio de la abstracción sobre los mismos.
No obstante, además de los factores de maduración y experiencia, los conocimientos dependen de las transmisiones educativas o sociales que están a cargo de la escuela tradicional en el terreno de lenguaje.
Breve comentario:





Es importante tener un enfoque en una enseñanza que permita llevar al niño y/o alumno a una verdadera autonomía. Para ello, es necesario que el niño sea capaz de experimentar para lograr asimilar y abstraer la información que desea ser transmitida, mas no necesariamente, deba ser repetida. El niño debe ser capaz de pensar y sacar sus propias conclusiones sobre algo de acuerdo a su propia vivencia. En este punto, los profesores y quienes guían al niño en este proceso, no deben insistir en la transmisión continua de saberes que impidan dar la libertad de pensamiento crítico en el niño.  
Citas textuales:
(útiles para ser recogidas en informes y publicaciones)








“Si se desea formar individuos capacitados para la invención y hacer progresar la sociedad de mañana […] está claro que una educación basada en el descubrimiento activo de la verdad es superior a una educación que se limite a fijar por voluntades ya formadas o que hay que querer y mediante verdades simplemente aceptadas lo que hay que saber” (Piaget, 2001, p. 14)
“Conocer un objeto es, por tanto, operar sobre él y transformarlo para captar los mecanismos de esta transformación en relación con las acciones transformadores. Conocer es asimilar lo real a estructuras de transformaciones, siendo estas estructuras elaboradas por la inteligencia en tanto que prolongación directa de la acción.” (Piaget, 2001, p. 16)
“la experiencia es necesaria para el desarrollo de la inteligencia, pero no suficiente y, sobre todo, que se presenta bajo dos formas muy diversas que el empirismo clásico no había diferenciado: la experiencia física y la experiencia lógico-matemática.” (Piaget, 2001, p. 21)

Creado por Cinthya Hevia

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